Hoy Círculo de Lectores cumple medio siglo. Se trata de una rara avis que se mantiene imperturbable dentro del agitado mercado editorial español, el cual se está enfrentando a su última gran batalla, la del formato digital. Aunque suene extraño y vaya contra toda lógica sigue siendo rentable ya que con su más de un millón de socios facturó 120 millones de euros durante el año 2010, lo que le dejó unas ganancia de 4 millones de euros (ya en plena crisis).
Bueno, he de reconocer que yo soy uno de los que abandonó el barco hace tiempo ya que dejó de cumplir mis expectativas. Digamos que su oferta se me quedaba muy corta y no olvidaré nunca el día que me dirigí a una famosa librería de Benavente, me enfrenté al tochazo que entonces constituía el registro del ISBN (en esa época Internet era una simple quimera) para solicitar mi primer paquete de libros y traicionando de esa forma a la mujer que me traía religiosamente un libro a mi casa todos los meses.
De todas formas sigo mirando con añoranza esos años en los cuales muchos libros que no se encontraban en la biblioteca de mi colegio o la de Benavente llegaban a mis manos casi por arte de magia. No puedo negar que muchas de las estanterías de la casa de mis padres están llenas de libros del Círculo de Lectores. En el fondo me formé como lector a través de esta editorial aunque al final la traicionase como muchos al no querer seguir encorsetado por la decisiones de algún oscuro editor.
En fin, está visto que en España sigue habiendo dos tipos de personas, "las que permanecen fieles a sus hábitos hasta la muerte (el millón de personas que siguen siendo fieles a Círculo de Lectores) y los que traicionamos conscientemente o inconscientemente nuestros propios hábitos, ya sea por necesidad, por estar a la última o por simple desidia".
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