lunes, 26 de marzo de 2012

Era Rajoy - Año 0 - Día 126

Llegó la resaca de los resultados electorales de ayer. Ahora resulta que no era tan importante ganar en Andalucía (qué lo han hecho) y que lo de presentar este viernes los presupuestos nada tenía que ver con el tema. Eso mismo deben pensar los inversores internacionales ya que la tan manida prima de riesgo ha bajado hoy, en contra de lo vaticinado por los medios de la derecha y eso que existe una no despreciable posibilidad de que los comunistas puedan llegar a tocar poder en la comunidad autónoma más poblada de España. ¡Qué cosas pasan en este país!

Bueno, mientras la preocupación cunde en Génova (en el Gobierno tienen otras inquietudes como veremos más adelante) al ver que la tan amasada mayoría absoluta podría tener pies de barro dado que las encuestas que decían que la mayoría de la población apoya el rumbo tomado a lo mejor no son tan realistas como se pensaba y la reforma integral del estado que propugnaba el PP es hasta indigesta para sus propios votantes, que es la única forma de entender los resultados acaecidos ayer. Una cosa es que el PSOE pierda votantes, lo cual era obvio para cualquiera, y otra cosa es que el propio PP pierda centenares de miles de votos. Por primera vez en la historia la abstención ha favorecido a la izquierda y eso es muy difícil de digerir hasta para los más creyentes. Si a esto le sumamos que el antiguo ministro campeón, Javier Arenas, aún ganando ha vuelto a fracasar por cuarta vez y que Asturias sólo es salvable si se comen con patatas al denostado Cascos (y está por ver si esta posibilidad sigue encima de la mesa el miércoles cuando se compute el voto inmigrante) nos podemos imaginar el marrón con el que se encuentran los dirigentes populares en estos momentos.

Por otro lado, nuestro Presidente emulando las idas y venidas de Zapatero por el mundo entero en la búsqueda de la paz universal nos ha regalado la frase del día:

"Los presupuestos serán muy austeros y habrá más reformas".

O sea, que se acabaron las zanahorias electorales (miedo me da, si lo acontecido hasta el momento había sido la versión suave) y nos promete otros tres meses de palos, por eso de que todavía no terminamos de comprender que él es el elegido para salvar a España de si misma. Dígase, que pase lo que pase el jueves (que entraba dentro del plan establecido) él seguirá a pies juntillas su plan. El pueblo habló el 20 de noviembre y tiene que asumir calladito lo votado los próximos 4 años.

Por cierto, que Artur Mas debe tener una bola de cristal, ya que horas antes del debacle electoral se lanzó a la piscina pidiendo un sillón en Bruselas y diciendo que si eso no es aceptable que simplemente montaría su propia Hacienda, independizándose económicamente del estado español. Esa bravata ni en los tiempos de Puyol se hubiese mentado.

En fin, otro día menos para que Rajoy se quite completamente la careta, el viernes veremos cuan lejos llega (yo por el momento me conformo con otra bajada del diez por ciento de mi sueldo, imagínate lo negro que lo veo). "Sólo quedan 1336 días casi confirmados de esta tortura".

3 comentarios:

  1. hay que me meo toooooooo... Si es que ponen un circo y les crecen los trapecistas

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  2. Eso... lo más importante de todo es el sueldo de Chuchi...
    Así va el país cada uno tirando para lo suyo.

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