miércoles, 5 de mayo de 2010

Sesión de palomitas (47): La diligencia

Pocas películas tienen el honor de marcar la resurrección de un género cinematográfico, pero lo que hizo John Ford con "La diligencia" (1939) fue salvar al western de su muerte prematura. En ese momento se trataba de un género en franco retroceso, repudiado por los grandes estudios por considerarlo agotado y menospreciado por los críticos por su sencillez, parecía que su lápida ya estaba preparada con la llegada del sonoro, donde se daba más importancia al diálogo que a las escenas de acción. ¿Cómo hizo esto? Es lo que trataré de desentrañar en las próximas líneas.

La diligencia (1939)
Título original: Stagecoach
Duración: 99 min
Director: John Ford
Guión: Dudley Nichols (basado en un relato corto de Ernest Haycox)
Música: Varios
Fotografía: Bert Glennon
Reparto: John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell, Andy Devine, George Bancroft, Donald Meek, Louise Platt, John Carradine, Berton Churchill
Sinopsis: Diferentes personajes se reúnen en una diligencia para un largo y duro viaje. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff... Las relaciones entre un grupo tan variopinto serán difíciles y tensas. El momento de máximo peligro será cuando en medio de una llanura sean atacados por una partida de indios apaches.

John Ford (1894-1973), cuyo nombre real era John Martin "Jack" Feeney, fue el decimotercero hijo de una pareja de inmigrantes irlandeses. Entró en el mundo del cine de la mano de uno de sus hermanos mayores en 1913, en plena efervescencia del cine mudo. Se integró perfectamente en el sistema de estudios imperante de la época y se especializó en uno de los géneros en boga, el western. Con el paso del tiempo se convertiría en uno de los directores más importantes de la historia del cine.

Bien, habitualmente suelo hacer un repaso de la filmografía de cada director, pero al igual que me pasó con Alfred Hichtcock, la extensa carrera de John Ford es inabarcable para un artículo de estas características (144 películas como director). Baste con recordar que un documental suyo fue admitido como prueba en los juicios de Nuremberg o que se trata del director que ha ganado más Oscars al mejor director, con cuatro estatuillas. En fin, me conformaré con hacer una relación de sus películas más famosas (su filmografía completa la puedes consultar aquí):

1. "La patrulla perdida" (1934). Película bélica ambientada en la Primera Guerra Mundial.
2. "El delator" (1935). Obtuvo su primer Oscar con este drama ambientado en la Irlanda de 1922.
3. "Prisionero del odio" (1936). Drama carcelario sobre un médico que ayudó al asesino de Lincoln.
4. "El joven Lincoln" (1939). Drama biográfico sobre los primeros años de Lincoln. Una grandiosa interpretación de un jovencísimo Henry Fonda, que ya apuntaba maneras.
5. "La diligencia" (1939). La película que hoy nos ocupa.
6. "Las uvas de la ira" (1940). El mejor retrato de la Gran Depresión que se ha rodado hasta el momento, basándose en la novela del mismo título de John Steinbeck. Segundo Oscar.
7. "Qué verde era mi valle" (1941). El drama minero por definición. Obtiene su tercer Oscar venciendo a la mítica "Ciudadano Kane" (1941).
8. "The Battle of Midway" (1942). Oscar al mejor cortometraje documental. La leyenda de este director continua en alza aún en tiempos de guerra.
9. "Pasión de los fuertes" (1946). Western sobre los hechos que llevaron a O.K. Corral, una de las revisiones más famosas.
10. "Fort Apache" (1948). Un western de la frontera con la pareja formada por Henry Fonda y John Wayne.
11. "La legión invencible" (1949). Donde abandona los western históricos para adentrarse en al farragoso mundo de la ficción pura y dura, con un resultado excelente.
12. "El hombre tranquilo" (1952). La Irlanda soñada. Cuarto Oscar al mejor director.
13. "Centauros del desierto" (1956). Uno de los mejores western de la historia del cine.
14. "El último hurra" (1958). Un curioso drama político que tiene como protagonista al siempre excepcional Spencer Tracy.
15. "Dos cabalgan juntos" (1961). Rescate de unas cautivas de los indios por parte de James Stewart y Richard Widmark.
16. "El hombre que mató a Liberty Valance" (1962). Uno de los western más memorables de la historia del cine, con una asombroso reparto.
17. "La conquista del oeste" (1962). Primera película en Cinerama que codirigió con Henry Hathaway y George Marshall.
18. "Siete mujeres" (1966). Su última película.

Al igual que la filmografía de su director, pretender analizar completamente un film como "La diligencia" (1939) excede las pretensiones de estos pequeños artículos, por lo tanto me voy a quedar en un simple bosquejo. La película se basa en un relato corto que fue publicado en la revista Cosmopolitan (los derechos costaron alrededor de 2.500 dólares de la época), con este pequeño bagaje literario, Dudley Nichols, no tuvo dificultad en construir un guión cinematográfico que se ajustase a las exigencias de John Ford.

El filme conoció todo tipo de dificultades. Tanto de financiación como de reparto. El enfrentamiento del productor, Walter Wanger, con Ford sobre esto último es harto conocido. Al final, el director ganó la batalla imponiendo su criterio de que la película debería estar protagonizada por rostros desconocidos, siendo el fuerte de ésta tanto los diálogos como la acción. Ahora bien, ¿por qué pensaba Ford que la fuerza estaba en los diálogos? Porque los personajes que deambulan por "La diligencia" (1939) son simples etiquetas de las clases sociales imperantes en la época donde se sitúa el film, representantes de una forma de vivir ya olvidada, que apenas son definidos con una pincelada en el primer rollo. Lo importante no es la definición de estos, desechada por el propio director y conocida por los espectadores de antemano, sino lo que vierten por sus bocas en un minúsculo receptáculo que deambula por las agrestes tierras de Monument Valley en tensión extrema bajo la constante amenaza de un indio legendario.

¿En qué me baso para tal apreciación? Pues en que si miramos con detenimiento los nueve personajes que se encuentran en la diligencia nos encontramos con la inverosimilitud del filme entero, es imposible que pueden coincidir en un lugar al mismo tiempo gente procedente de tan distinta clase social, aunque ésta sea la semilla de la genialidad de esta película. Veamos, tenemos: un avejentado conductor de diligencias, un sheriff con buenos sentimientos, un médico borracho, un jugador profesional sudista, una prostituta, un joven vaquero que busca venganza, un padre de familia tratante de whisky, un desalmado banquero y la esposa embarazada de un militar. Nueve personajes cuyas vidas pasadas habían sido representadas en cientos de filmes anteriores. Era algo así como un resumen de lo que el western había sido hasta el momento.

Otros podrían resaltar la genialidad de combinar con maestría los primeros planos de las escenas ambientadas en los interiores y la diligencia con esos planos panorámicos de la persecución por parte de los indios, pero me quedo con lo antedicho en el párrafo anterior, ya que la maestría técnica en ningún momento puede sustituir a un argumento bien construido, sino simplemente mejorar la narración o empeorarla (de esto sabe mucho Brian De Palma).

En cuanto a la estructura del filme sólo destacar que el clímax llega muy pronto, ya que este se encuentra en el ataque a la diligencia y que el final de la película es un largo epílogo donde se cierra la historia de Ringo, una especie de anticlímax que nos lleva a lo peor del filme, el final feliz que rompe con todo lo visto hasta el momento. Pero no olvidemos que esta película se rodó en 1939 y todavía el western no estaba preparado para que el héroe de la función muriese o fuese apresado de nuevo, el sello distintivo del subgénero crepuscular.

A modo de resumen, como siempre, lo mejor:

  • Las grandiosas interpretaciones de los actores, desconocidos hasta el momento.
  • La primera parte del filme, donde Jerónimo es sólo una presencia fantasmal que produce temor con pronunciar su nombre.
  • La angostura de la diligencia.
  • La irrealidad de la situación, con esos toques cómicos al principio que pronto caen en el más puro drama.
  • La inocuidad del ejército en toda la trama.
  • El escenario elegido, Monument Valley es realmente impresionante.

Y lo peor:

  • La canción que se puede oír a mitad del film, ya se que se trata de un signo distintivo del género en la época, pero es que no pega ni con cola.
  • La resolución del tiroteo final, aunque suene extraño, dado que se había decidido un epílogo tan largo, ¿por qué no darle un poco más de entidad a éste?
  • El final feliz que contrasta en demasía con el tono del resto del film.

Las anécdotas más importantes que rodean a este film son:

  • Una vez preguntaron al propio John Ford porque en la escena del ataque los indios no disparaban simplemente a los caballos para parar la diligencia y este replicó: "Porque eso hubiese supuesto el fin de la película".
  • Fue el primer film que John Ford rodó en el famoso Monument Valley. Tema recursivo en el resto de su carrera a partir de ese momento y símbolo del moderno western.
  • David O. Selznick estaba interesado en la realización de esta película, pero sólo si Gary Cooper interpretaba el papel de Ringo Kid y Marlene Dietrich el de Dallas.
  • Aunque parezca extraño, todo el mundo sabe que éste fue el papel que lanzó al estrellato a John Wayne, pero lo que es menos conocido es que era su octogésimo papel en Hollywood.
  • En el momento del rodaje la mayor estrella era Claire Trevor (Dallas), por lo que cobró el mayor salario de todos los actores.
  • Y mi favorita. Orson Welles vio este film 40 veces mientras preparaba "Ciudadano Kane" (1941).

El trailer que se pudo ver originalmente en las salas cinematográficas norteamericanas fue el siguiente:



En cuanto a los diálogos que se pueden escuchar durante el metraje, los más destacados son:

"¿Se fugó? Me alegro por él."

"En mi último viaje le vi golpear a un ranchero en la cabeza con el cañón de su pistola
y le abrió una brecha como a un buey en el matadero."

"Y no lo olvide: Lo que es bueno para los bancos, es bueno para el país."

"¿Y es éste el rostro que hizo naufragar a mil barcos y quemó las torres de la indomable Troya? ¡Adiós, bella Helena!"

"Somos las víctimas de un morbo infecto llamado "prejuicios sociales", muchacha. Las dignas señoras de la Liga de la Ley y el Orden están limpiando de escoria la ciudad. Vamos, debes mostrarte ufana de ser escoria como yo."

"Este es mi rótulo. LLévelo con honor."

"He recibido órdenes y acostumbro a obedecerlas."

"Si hay algo que no me gusta es conducir una diligencia por territorio Apache."

"Es ese feo y sanguinario apache, Jerónimo."

"No quiero poner a una dama en peligro, sin su consentimiento."

"Yo no sólo soy filósofo, señor, soy fatalista. Alguna vez, en cualquier parte, habrá una buena bala o una mala botella esperando a Josiah Boone. ¿Qué importa cuándo o dónde?"

"Uno no puede salir de prisión y entrar en sociedad la misma semana."

"En el mundo en que vivo no es frecuente encontrar una dama."

"No digo que no comparta tus sentimientos, Buck, pero eres un bobo."

"No sé adónde va a parar este gobierno. En vez de proteger a los hombres de negocios mete la nariz en los negocios. Pero si se habla ya de poner inspectores en los bancos. ¡Como si los banqueros no supiéramos dirigir nuestros bancos!"

"Lo que necesita el país es más cogorzas."

"A los malditos apaches no les gusta la nieve."

"Los coyotes me crispan los nervios. Aúllan como un niño llorando."

"Mujer ya encontraré otra pero yegua como esa no la encontraré."

"¿Tendré que cobrar a la niña de la Sra. Mallory medio billete?"

"No nos diremos adiós jamás."

"Bueno, ya se han librado de las ventajas de la civilización."

En este caso hemos visto una película altamente recomendable para todo aquel que quiera entender "la rica estructura de géneros que define al cine como arte".

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